“Vacaciones en Roma”, 2º de Bachillerato en la “ciudad eterna”
Roma, la “ciudad eterna”, ciudad colosal de gladiadores, cuadrigas, circos, foros, majestuosos edificios, gigantescos monumentos, impresionantes restos arqueológicos... con secretos, leyendas e infinitos tesoros escondidos que otorgan a este lugar gloria y poder.
Roma ha sido el destino elegido por nuestro grupo de 2º de Bachillerato para realizar un viaje de fin de estudios muy acertado que les ha permitido pasear por esta capital europea y retroceder en el tiempo para descubrirla en su época de máximo esplendor, rebosante de arte, cultura, belleza e historia.
Durante cinco días, desde que se aterrizó en el aeropuerto de Fiumicino el domingo 27 de enero hasta la despedida en el aeropuerto de Ciampino el jueves 31, nuestros estudiantes se dejaron seducir por la gastronomía, la magia y la grandiosidad de este lugar: el Coliseo, la Plaza de España, la Basílica de San Pedro, el barrio de Trastevere, el Panteón, la Fontana de Trevi, la Galería Borghese, la Capilla Sixtina, la Plaza Navona, la Boca della Verità, el castillo de Sant’Angelo, Santa María Maggiore, el río Tiber...
De la mitología al neorrealismo y de Miguel Ángel o Bernini a Fellini. Nuestro alumnado ha vivido sus “Vacaciones en Roma”, al igual que Gregory Peck y Audrey Hepburn lo hicieron en los años 50, y se ha apasionado en la Fontana de Trevi, una escena que ya les será muy familiar si algún día se encuentran con Marcelo Mastroianni y Anita Eckberg en “La dolce vita”. Ya nunca olvidarán las imágenes de Rómulo y Remo, Apolo y Dafne, el rapto de Proserpina, el éxtasis de Santa Teresa, Eneas, Anquises y Ascanio, La Piedad...
Este maravilloso grupo de alumnos y alumnas siempre recordará, con la mejor sonrisa al más puro “estilo Montes” y gracias a nuestra encantadora y divertida guía Inma Pérez, una metrópoli fuente de inspiración para poetas, pintores, filósofos, reyes, políticos, escultores... una ciudad creada y moldeada para vivir, amar y soñar.
Grandioso viaje en el que no se me olvidará esos momentos puntuales como el de la "Pizza" Bianca, el de La Boca de la Verdad, la noche en la que estábamos hablando con Gio, mi cama rota, pedir matrimonio en el Tiger y por la noche la boda��❤����
ResponderEliminarY la autora de esta entrada,compañera inmejorable de nuestros días en Roma, Paqui, se ha quedado corta. Aunque bien es verdad, que nos haría falta bastante espacio para poder nombrar tantos y tantos momentos inolvidables: la pizza bianca, el postureo de algunos y algunas como dioses y diosas del Olimpo, la que le dimos a Alberto para hacernos fotos en plan retrato o con efecto Pataki, nuestro Montes que veía a Musolini por todas partes, nuestro Giussepe particular, los amigos policias que hicimos, nuestras reporteras intrépidas y..... nuestra boda, que, aunque duró horas, fue divertidísima.
ResponderEliminarGracias a vosotras y vosotras que habéis hecho posible que todos estos momentos los guardemos en nuestro corazón.