REVIEW DE “BATMAN ARKHAM ASSYLUM”

Escrito por Grant Morrison e ilustrado por Dave McKein Arkham Assylum no solo es una obra de arte sino una forma de hacernos dudar, dudar de qué significa la locura y atrevernos a comprender a los villanos del murciélago. Por ello, esta review se centrará más en los personajes y el simbolismo crucial de la locura que en la calidad del cómic en sí, puesto que esta no se basa solo en el diseño, sino en las emociones que hace sentir al lector. Empezamos con lo interesante.

El argumento, el asilo Arkham ha sido tomado por los villanos de Batman, tomando rehenes y amenazando a la policía con matarlos si no aceptan ciertas peticiones; entre ellas, que Batman entre al asilo, en la que se verá envuelto en un misterio siniestro lleno de locura, pánico, simbolismos y por encima de todo comprenderá la verdad del asilo y su origen. Una de las frases más célebres del hombre murciélago es la siguiente:


-``Batman no tiene miedo. Pero yo sí lo tengo… Tengo miedo… de que cuando las puertas de Arkham se cierren sobre mí… sea como estar en casa...´´

Es curioso que un personaje que se alimenta del miedo acabe tan aterrorizado como un niño, y no es para menos. Arkham es el perfecto escenario para obras de horror; te cambia a medida que pasas con más rapidez de página, pues mantiene siempre el interés en la lectura y nunca se hace pesada. Además, la conceptualización y las mezclas de fotografía y dibujo te hace sentir inseguro e incómodo, creando una atmósfera de horror y pánico a la hora de leer. En mi experiencia, realmente sentía que estaba en los pasillos del manicomio; notaba su humedad, las risas nerviosas de los reclusos, respirando su degradación… en definitiva, Arkham está vivo. Tampoco desvelaré mucho, solo que la trama de Batman y la de Amadeus Arkham (fundador del manicomio) se complementan en una sola historia, y hay tropos y fragmentos en donde la trama se detiene y pasa a la otra trama con maestría. 

Los personajes son complejos, sobre todo en sus biografías e informes psicológicos al final del libro, y ves cómo unos piensan que la locura es la única forma de vida que puede tener el humano, y cómo retan al autor a deshacer sus barreras morales y atreverse a tomar la iniciativa de su vida. Por supuesto, no te dice que cojas un rifle y vayas por ahí a pegar tiros, sino a romper los estereotipos en los que nuestras vidas se han construido. Es fascinante, es un buen aprovechamiento de personajes y sencillamente es majestuoso que utilicen a ``locos´´ para demostrarnos lo realmente patéticos que somos con, por ejemplo, qué pensarán de nosotros el resto de personas y cómo una opinión puede acabar rompiendo la personalidad de alguien. 

Se muestra al humano como un ser débil que depende de lo que digan los demás, algo similar a la filosofía del Club de la Lucha, que usa el individualismo y la violencia para mostrarnos lo frágiles que somos. Pero si de verdad vamos a hablar de personajes, creo que quien se lleva el premio a mejor personaje del cómic y más profundo, pero a su vez simple, es el Joker. Nuestro querido homicida en esta novela ilustrada es un personaje que desde el primer bocadillo ya consigue carisma, no como en “The Killing Joke”, que más bien simpatizamos con él y compartimos su tristeza. Aquí, en cambio, te deja más que claro que su único objetivo es eliminar los valores éticos del murciélago a cualquier precio. Comprendo que haya gente que se sienta ofendida con su presencia, porque en el cómic hace chistes… peculiares, sobre bebés con enfermedades mentales y cosas así, pero considero que ese es un rasgo de personalidad, y hay que dejar fluir a los personajes con naturalidad, que se expresen, que hagan sentir al lector humano. A mi parecer, el Joker, aunque sea un personaje no muy explotado en el cómic, (porque solo aparece al inicio y al final) posee una importancia brutal, y siempre está ahí para recordarnos lo locos que estamos por seguir reglas que tarde o temprano nos rompen como especie.


Y ahora que hemos hablado del payaso psicópata, toca hablar de Amadeus…

Yo, la verdad, al leer la historia de este hombre y su viaje contra él mismo, acabé entristecido. Arkham es un ejemplo de alguien sensato, cuerdo y deseoso de ayudar a gente con problemas para que no hagan daño a nadie ni se lo hagan a ellos, pero cuando ves cómo se lo arrebatan todo, cómo vomita de repugnancia en el váter y cómo notas lo mucho que se odia así mismo por ser tan patético, va y te suelta:

-``¿A esto se reducen nuestros sueños, nuestras esperanzas…? ¿A vómito y nada más?´´
Ver cómo un hombre normal acaba aceptando su locura al no tener otro remedio es… duro. Es aceptar la derrota de un personaje que en el fondo sabe que está enfermo y es algo triste, pero luego ves el Asilo Arkham, ves sus efectos en los pacientes, y te alegras al ver que solo un loco es capaz de ayudar a otro loco. Es un cómic profundo, complejo, y sé perfectamente que me estoy saltando datos, pero quiero centrarme en el mensaje, en la gran filosofía que se nos plantea, y sobre todo en nuestro día a día, en no dejar de rendirnos, aunque nuestra causa sea imposible, seguir y seguir, hasta que tu propósito haya sido cumplido.

Y aquí acaba la review. Siento que haya sido tan… extraña, pero es algo que ni siquiera yo puedo expresar con seguridad y solo he comentado lo más básico y lo que al menos yo comprendí del cómic.

Gracias por leerlo,
Daniel Limón

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